Recursos religiosos
La capital espiritual de Valdeorras se encuentra en O Bolo, hogar de los señores de la guerra y los fieles a la Virgen, con sede en el Santuario da Nosa Señora das Ermitas, una joya excavada en la piedra, nacida de una leyenda, que parece precipitarse al río Bibei, rodeada de viñedos.

Santuario da Nosa Señora das Ermitas
La fe ha hecho de este punto uno de los centros de peregrinación gallegos. Primero, unos pastores que hallaron una bella talla de Nuestra Señora levantaron una capilla. Más tarde, en 1624, un milagro de Santa María hizo curar al obispo de Astorga, Alonso Mejía de Tovar, quien mandó construir un gran templo en su honor.
Pero la naturaleza es caprichosa. Un día de 1909 la montaña rugió y la vida de sus gentes se paralizó con el desprendimiento de la escarpada ladera, que marcó el lugar hasta nuestros días. Referente del barroco en Galicia, el conjunto acoge hoy una iglesia con pórtico y un atrio con cruceiro, el Árbol de la Salvación.
Santuario da Nosa Señora das Ermitas
La fe ha hecho de este punto uno de los centros de peregrinación gallegos. Primero, unos pastores que hallaron una bella talla de Nuestra Señora levantaron una capilla. Más tarde, en 1624, un milagro de Santa María hizo curar al obispo de Astorga, Alonso Mejía de Tovar, quien mandó construir un gran templo en su honor.
Pero la naturaleza es caprichosa. Un día de 1909 la montaña rugió y la vida de sus gentes se paralizó con el desprendimiento de la escarpada ladera, que marcó el lugar hasta nuestros días. Referente del barroco en Galicia, el conjunto acoge hoy una iglesia con pórtico y un atrio con cruceiro, el Árbol de la Salvación.

Otros templos singulares
También en un entorno privilegiado, se erigen las iglesias románicas de A Proba (O Barco) y Mones (Petín), que merecen una parada en tu ruta. Aunque, si hay un monumento singular es la Parroquia de Fontei (A Rúa), construcción que recuerda al estilo tan propio del arquitecto catalán Antoni Gaudí.
Para los peregrinos que cruzan la comarca por el Camino de Invierno, es obligatorio encomendarse a la Virgen del Camino (Rubiá), situada en una pequeña ermita que antiguamente sirvió de refugio. La imagen sagrada es llevada por mujeres de la zona vestidas con traje tradicional en una gran fiesta singular.